La presencia de parches escamosos e irregulares en la piel o el cuero cabelludo de un bebé recién nacido puede ser alarmante para los nuevos padres, pero por lo general estos signos no se deben a nada grave y por tanto no hay qué angustiarse. Lo más probable es que se deban a una condición inofensiva que muchos bebés desarrollan, llamada costra láctea.

Acerca de la costra láctea

La costra láctea es el término común para la dermatitis seborreica, o seborrea, que también se denomina caspa en los niños mayores y adultos.

Es una enfermedad relativamente común en los recién nacidos y los niños pequeños, que causa gruesas escamas blancas o amarillas, casi siempre en el cuero cabelludo. Algunos niños sólo presentan estas escamas en forma de parche, pero otros pueden experimentarlas en toda su cabeza.  En ocasiones la costra láctea, incluso puede aparecer en las cejas, los párpados, las orejas, los pliegues de la nariz, parte posterior del cuello, la zona del pañal o las axilas. En casos muy raros, como los bebés que tienen eczema o la piel seca, la seborrea del cuero cabelludo puede causar agrietamiento de la piel, picazón y secreciones de color amarillo.

La costra láctea no es contagiosa y no es un indicio de falta de higiene. La mayoría de las veces, desaparece por sí sola. En los casos graves o persistentes, el médico puede recomendar un champú o loción medicinal. Lavar el cuero cabelludo del bebé diariamente con un champú suave también puede ayudar a aflojar y remover las escamas causadas por la costra láctea.

Aunque podría parecer algo incómodo o irritante para la piel, la costra láctea en general no resulta molesta para los niños.

Causas de la costra láctea en los bebés

La causa exacta de la costra láctea no es conocida, aunque algunos investigadores creen que puede ser causada por una sobreproducción de grasa en la piel (sebo) por las glándulas sebáceas y los folículos pilosos. Un hongo llamado Malassezia puede crecer en el sebo junto con las bacterias y esto puede ser otro factor determinante en el desarrollo de la costra láctea.

La seborrea se da con frecuencia dentro de una misma familia. Esto se debe a que ciertas condiciones que conducen a la costra láctea se puede transmitir de la madre al bebé antes de nacer. Ciertos factores, como las temperaturas extremas, la piel grasosa, la limpieza poco frecuente de la piel, las lociones que contienen alcohol, la obesidad y otros trastornos de la piel, pueden aumentar el riesgo del niño para desarrollar la costra láctea.

Síntomas de la seborrea en los bebés

La costra láctea luce diferente en cada bebé. Puede aparecer formando grupos o puede propagarse de manera muy separada en el cuerpo. Las áreas afectadas por lo general tienen uno o más de estos síntomas:
• placas gruesas o costras, sobre todo en el cuero cabelludo, pero también en las orejas, los párpados, las cejas, la nariz, el cuello, la ingle o las axilas)
• manchas grasosas o aceitosas en la piel, a menudo cubiertas por escamas blancas o amarillas
• escamas de piel (caspa)

En raras ocasiones, los bebés con costra láctea pueden tener la piel ligeramente roja o sentir picazón, e incluso algunos pueden experimentar la pérdida del cabello, aunque este vuelve a crecer después que la condición ha desaparecido.